En 2002 tuvo el mundo a sus pies. Ese año junto Las Leonas obtuvo el Mundial de Perth y fue elegida por la Federación Internacional como la mejor de todo el planeta. Pero a pesar de tantos pergaminos Cecilia Rognoni siempre conservó la humildad. Tal es así que en el marco de una visita fugaz a su padre en La Picada, cedió unos minutos de su tiempo a esta entrevista.
Diez años atrás decidió rehacer su vida en Holanda. Se casó, tuvo dos hermosos hijos y se formó como entrenadora. Ya alejada de su rol de jugadora disfruta de una nueva etapa en su vida.
Una vez al año se escapa a la Argentina y en esta oportunidad un campo en La Picada fue una parada obligada. Allí vive su padre, Horacio Rognoni, entrenador de Paraná Hockey, equipo que el fin de semana conquistó el título provincial y sumó así la tercera corona de la temporada. Por eso, la situación de la institución (llevan dos años sin contar con una cancha propia), su vida y la actualidad de Las Leonas fueron temas ineludibles en la conversación.
¿Haber sido Leona abrió las puertas a nivel internacional?
Desde ya que sí porque gracias a que pude viajar con la Selección conocí a una amiga holandesa y a través de ella terminé jugando en Holanda. Una vez que estás ahí te vas abriendo camino. Pero haber pertenecido a la Selección me abrió casi todas las puertas de las que pude disfrutar.
¿Seguís de cerca a Las Leonas?
Sí, de hecho cuando están en Europa trato de viajar a verlas y estoy en contacto con algunas de las chicas. Desde ya me interesa.
¿Es preocupante la sucesión de técnicos que se dio este año y que a seis meses del Mundial el equipo no tenga definido el entrenador?
No es la situación ideal. Me da mucha tristeza porque la jugadora quiere focalizarse en entrenar para ganar un Mundial y estas cosas seguramente las movilizarán. Ojalá lo puedan resolver y puedan hacer un buen papel en el Mundial. Creo que exigirles el título sería pedirles demasiado. Si viene, bienvenido. Pero por todas las cosas que pasaron este año creo que se les va a hacer difícil.
¿Cómo es vivir en Holanda?
A mí me gusta mucho. En principio es muy diferente que acá y por eso hay cosas que se extrañan. Pero yo allá vivo tranquila, los chicos juegan en la calle y no tengo miedo. Mi marido es holandés así que es un poco mío también después de tantos años. Pero siempre una vez por año vengo a Argentina. Lo necesito y me hace bien.
¿Qué disfrutás de esto, de estar en este campo de La Picada junto a tu familia?
Todo. Que mis hijos vean este campo, la cantidad de tierra que hay y el contacto con los animales. Eso allá no lo encontrás así. Además de poder estar al lado de mi papá y ver que le está yendo tan bien en lo que hace.
¿Te ha mantenido al tanto de la historia de Paraná Hockey?
Por suerte con Internet estamos muy conectados y tratamos de comunicarnos una vez por semana así que hablamos de muchas cosas. Yo recuerdo que hace tres años estuve en un partido que jugaron en la cancha que estaba dentro de un hipódromo y ahí me comentaron la problemática.
¿Qué reflexión inspira eso?
La verdad que lo que uno quiere es que la gente no se pelee. Que no porque uno haya arreglado algo el otro quiera hacer lo contrario. Eso no lo entiendo. Creo que todos de alguna manera se tienen que ayudar. Lo importante es que el deporte y en este caso un club no se vea perjudicado. Ojalá se pueda resolver de la mejor manera.
Fuente: Evangelina Ramallo para DiarioUNO de Paraná
