Santiago Capurro tiene la gran responsabilidad de llevar otra vez a Las Leonas a ganar un título internacional. Siempre soñó con ocupar el lugar que tiene actualmente, pero nunca se imaginó que su designación como técnico en el seleccionado nacional iba a traer tanta polémica.
Con un perfil muy bajo, el ex ayudante de Carlos Retegui se encuentra en nuestra provincia observando a jugadoras para sumar al conjunto albiceleste.
“Estoy feliz de que me llegara esta oportunidad luego de tantos años de trabajo y lo estoy disfrutando, más allá de la polémica que se armó con las renuncias. Trato de estar concentrado en el trabajo y hace dos semanas que estamos viajando por el interior”, comenzó diciendo Capurro con su habitual cordialidad.
–¿Qué te molestó más del comunicado, que no fueran de frente o la forma en que lo hicieron?
–La forma. Yo conozco al grupo desde hace más de 6 años, me podrían haber llamado por teléfono para contarme de su decisión. Los problemas se solucionan hablando.
–¿Te sorprendió?
–Sí, porque yo fui jugador de selección y nunca me manejé de esta
forma. Y como entrenador quiero lo mismo de mis jugadoras.
–¿Qué sentiste cuando te enteraste de las renuncias?
(Piensa antes de responder) –Sé que las cosas pasan por algo y siempre que hubo una tormenta salió el sol. Hubo gente que se la agarró conmigo, que antes me saludaba y ahora no.
O técnicos de renombre con los que antes del Mundial en La Haya yo hablaba y cuando asumí ni siquiera me llamaron para felicitarme.
–Cuando esté la lista para la nueva convocatoria, ¿van a estar las que renunciaron?
–Obvio, las 18 que estuvieron en Holanda van a estar y allí vamos evaluar quién puede seguir o no. A esto hay que sumarle algunas jugadoras más. No hay que olvidarse de que nuestro objetivo son los Juegos Olímpicos de Río, pero antes tenemos torneos importantes.
– ¿Hablaste con Luciana Aymar?
–Sí, la idea es que ella se retire en Mendoza con el Champions Trophy, pero hay que darle su tiempo.
–¿Cómo será el equipo de Santiago Capurro?
–La idea es ser dinámico, presionar en todos lados y cuando tengamos la pelota ser muy agresivos.
