Es una de las mejores jugadoras que dio nuestra provincia, fue la primera y la única mendocina en ganar una medalla olímpica. Marina nos cuenta todas las vivencias que le dio el hockey.
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Este deporte ocupó una gran parte de mi vida desde los 8 años hasta los 27. Hace cinco que dejé de jugar y aun sigue estando presente cada día. Asi que podrán imaginarte lo difícil que enumerar todo lo que el hockey me dio. Fue educación y un espacio para crear.
Fue mi vehículo o herramienta a innumerables logros asi como graduarme de una Universidad de USA; Me dio increibles satisfacciones tales como amistades por todo el mundo, valores como son el Respeto, la Disciplina, la constancia, el esfuerzo, dedicación, el sacrificio para nombrar algunos; Me permitió conocer distintas culturas, lo que abrió mi mente y me hizo comprender que no existe «una sola forma de hacer algo o de lograr algo» sino varias. Con el hockey desarrollé sentimientos que no son fácil de adquirir o experimentar: la pasión uno de mis sentimientos preferidos.
Con respecto a la educación, no sólo me refiero a la de un diploma o título, me refiero a lo que aprendí que son elementos escenciales que conforman un equipo exitoso. Esto lo aprendí parte en el club Banco de Mendoza con la dirección de Mauricio Tarquini (entrenador que tuve desde mis 10 a 13 años) y gran parte en la Universidad de Old Dominion bajo la dirección de Beth Anders. Con ellos aprendí la importancia de: el liderazgo y de identificar un líder positivo, los roles y funciones de cada jugador y sobre todos la de los entrenadores. El dialecto del equipo como parte de la cultura del mismo (los ritos tradiciones, valores) la comunicación por último pero tan importante como los otros los objetivos y los medios para alcanzarlos.
Las Leonas
El sentimiento más fuerte que tuve al jugar con Las Leonas fue un orgullo de vestir la camiseta de mi país que me vio crecer. Mas quisiera yo poder expresar ese sentimiento tan solo con pocas palabras. Si bien yo estaba jugando y representando al club Ciudad de Buenos Aires, yo sabía que representaba a Mendoza primero. Antes de la lista para las olimpiadas aún estaba Florencia y Silvina D`Elía y Macarena Rodriguez asi que cuando la lista se dio y yo era la única mendocina sentí aún más peso de lo normal, sobre todo sabiendo que las chicas estaban dando tanto como yo.
Al llegar y vivir los juegos olímpicos tuve dos experiencias y sentimientos distintos. En una, todo, todo lo que en algún momento lo sentí como un sacrificio, todo lo que siempre me hubiese gustado hacer y nunca pude hacerlo por el hockey, la distancia y vivir lejos de mis seres queridos, las noches sin dormir por nervios antes de una lista y la preocupación de no lograrlo, todo lo que siempre me pudo haber disgustado del hockey, senti que todo esto se convertia en algo mínimo e insignificante al estar parada en la Villa Olímpica. Por primera vez en mi vida sentí que todo lo que hice no tenía punto de comparación con la satisfacción que sentí que estar en las Olimpiadas y como si fuera poco en Grecia! ja!
Medalla Olímpica
Y por otro lado, aún asi cuando pienso en los casi tres años que jugué con las Leonas no dejó de recordar el esfuerzo, mental y físico que requirio de mi. No fue fácil, ni todo color de rosa como la gente lo ve de afuera. Si bien es lógico, la competencia entre jugadoras es dura y la verdad que no llegas a disfrutarlo a pleno hasta que estas en unas Olímpiadas, un Mundial o una lista para viajar, cual sea el torneo para el que te estas preparando. Más aún, no terminas de disfrutarlo hasta que llegas al menos a un 90% de tu rendimiento. Y este fue mi caso, nunca logre pasar más de un 70% de mi rendimiento (o asi lo sentía). Al culminar los juegos olímpicos, no me di cuenta el valor de haber ganado una medalla. Creo que luego de unos años comencé a comprender la dimensión de este logro y de las puertas que se me abririan por haber llegado a ese punto de mi carrera.
Hoy, me genera mucho ogullo ser la primer mendocina en ganar una medalla olímpica y digo primera por que no quisiera ser la única. Hoy les toca a otras mendocinas a estar en la selección y ojalá tengan todo el apoyo de Mendoza y nuestra asociación para que no les falte nada.
Qué grande Marina!!!!!