El hockey femenino de Mendoza tiene a un nuevo campeón. Se llama Liceo, viene de Carrodilla y a partir de ahora ya tiene escrito su nombre entre los mejores de la provincia.
Siempre hay una primera vez y las rachas se termina. Y las Clavitas le pusieron punto final a toda una vida sin títulos a nivel local, cerrando de la mejor manera el torneo y una semana donde ya se habían consagrado en San Juan en el Regional de Clubes A.
Pero para ser campeón había que jugar, un partido, una final donde enfrente estaba el mejor equipos de los últimos años, que poco pudo hacer frente a un elenco muy superior.
Lo concreto es que Liceo derrotó a Murialdo por 3 a 0, resultado que consagra al elenco tricolor en un partido que quedará en el recuerdo por cómo jugaron y a quién vencieron.
Todo arrancó muy bien para Liceo que rápidamente se puso en ventaja. Poco más de un minuto había pasado del inicio del encuentro cuando las Clavitas tuvieron su primer córner corto a su favor. Remate de Bianca Maricchiolo, desvió de Delfina Thomé para anotar el primer tanto de la tarde.
El equipo que conduce Gabriel Gómez salió decidido a ser protagonista desde el inicio y lo confirmó un par de minutos más cuando Thomé, la mejor jugadora del campeonato tomó la bocha sobre el costado izquierdo atrás de mitad de cancha y avanzó en dirección hacia al área. Enfrentó a la arquera Rocío Moretti y definió con revés a media altura para convertir el 2 a 0. Un golazo.
Murialdo, que no contó con la presencia de Julieta Médici por estar lesionada del codo derecho, se veía superado por un rival que se plantó bien en todos los sectores y se le hizo muy difícil poder generar peligro en el arco de enfrente.
Fueron quince minutos muy intensos donde las Clavitas sacaron una buena diferencia, aunque quedaba mucho tiempo por delante.
Y si hubo un golazo, podría haber otro también. Segundo cuarto y otro corto para el campeón del Regional A. Jimena Tapia, de arrastre enganchó perfecto la bocha y la colocó en el ángulo superior derecho para marcar el 3 a 0 parcial.
Diferencia más que tranquilizadora para un Liceo que que cada vez que se aproximaba al arco del rival lo hacía con peligro.
Ya en la segunda mitad, Murialdo poco a poco fue ganado terreno porque su contrincante levantó el pie del acelerador y le fue cediendo la tenencia de la bocha.
Lo más peligroso del conjunto Canario fue a través de los más casi diez córners corto que tuvo, pero que se encontraron con la arquera Paula Sánchez que se tapó absolutamente todo y mantuvo su arco en cero.
Entre uno que jugaba con la tranquilidad del resultado a su favor y el otro que veía como se pasaban los minutos y la chance de retener el título se les escapaba, trascurría el tiempo y la final ya se terminaba.
Y el reloj llegó a cero para que se desate el festejo y la locura de todo el plantel y de la parcialidad de Liceo que celebra por primera vez la obtención de un título local y tendrá su nombre entre los campeones mendocinos.
