El abrazo final de las jugadoras de Teqüé quedó grabado en la retina de quienes estuvieron ayer en la cancha de General Ortega. Las jugadoras azules no solo festejaron la victoria sobre Marista por 2 a 1, sino además que regresaron a su cancha.
Tuvieron que pasar 14 meses para que Teqüé volviera a ser local en su club.
En febrero del 2014 una tormenta destruyó la cancha del conjunto azul y nos días después el hockey mendocino se unió para ayudar a la institución de General Ortega. Así comenzaron a recuperar el sintético. Los días pasaron y ayer la ilusión y la unión de jugadoras y dirigentes de Teqüé celebraron el triunfo en su campo de juego. Y la fiesta fue completa para las dirigidas por Maxi Díaz.
El desarrollo fue parejo, aunque las azules hicieron un poco más que las Tricolores para quedarse con los tres puntos.
Lo mejor del encuentro estuvo en el complemento y sobre todo en los en los últimos seis minutos.
A los 29’ Amparo Ruiz, con un desvío puso el primero de Marista.
Daba la impresión de que el conjunto de Carrodilla se quedaba con la victoria. Pero en dos minutos Teqüé dio vuelta la historia, gracias a los goles de Agustina Mama y Gabriela Koltes sobre el final.
Y así las Azules terminaron festejando una victoria histórica y en su propia cancha.