Las grandes jugadoras no se van nunca, siempre están en cada rincón de su club, en los recuerdos de las inferiores y en las historia de las fotos.
Las grandes quedarán siempre en la historia, por su juego, por el amor a los colores, por sus goles, pero sobre toda las cosas, por la forma de ser, por la clase de persona que fueron.
Carito Armani, no estará más en una cancha de hockey sobre césped con la camiseta número siete en la espalda, pero su leyenda quedará en cada rincón de la institución Azulgrana.
Hoy su club, su casa, le hizo un gran homenaje a la mejor jugadora de la historia del conjunto Azulgrana. Recibió una placa, un ramo de flores y toda su familia presente. No era un día más, por primera vez en la historia se enfrentaban Los Tordos contra Los Tordos, el día era perfecto, la fiesta fue completa.
Carolina vivió un gran día, recibió un gran homenaje, el que ella se merecía, y el que nunca se imagino, pero siempre soñó. Son pocos los jugadores que mueven a un club para ir a darle un aplauso y la gran capitana lo consiguió.
Hablar de Carito Armani, es hablar de Los Tordos, su vida gira alrededor de su club, pero también fue un gran símbolo para el hockey mendocino.
Siempre con la camiseta número 7 en la espalda. Siempre contenta, siempre queriendo ganar, siempre enojada cuando perdía, pero siempre siendo una buena compañera y rival.
Carito fue subcampeona del mundo con Las Leoncitas, jugó con Las Leonas, vistió la camiseta de Italia y ganó todo con el seleccionado de Mendoza.
Hoy Los Tordos reconoció a Carolina Armani, a la Carito, esa jugadora que marcó el camino de muchas jugadoras y lo seguirá haciendo desde otro lado.
Por último, el gracias a Carito, por ser la persona que sos y por tantos años compartidos y por el respeto de siempre.
Nota: Gonzalo Santo Tomás
Fotos. Gentileza Emmanuel González