LEONES. Guillermo Schickendantz, uno de los dos cordobeses que estará en la Copa del Mundo de hockey en Holanda, habló de todo: el seleccionado, las sensaciones, Retegui y el rol de Las Leonas. Ejemplo de esfuerzo y dedicación.
“Cuando dieron la lista no paraba de llorar. Llamé a mi mujer y se me entrecortaba la voz, no me salían las palabras”. En medio de un país casi estático a la espera de la nómina de Alejandro Sabella para el Mundial de Brasil, el dueño de esta frase bien podría ser uno de los 30. Pero no, el deporte amateur también sabe de emociones, lágrimas por un sacrificio que a veces poco tiene que ver con el profesionalismo y la sensación del deber cumplido. Entonces, a fin de develar el misterio, el dueño de las palabras que encabezan el texto es Guillermo Schickendantz, uno de los dos cordobeses que estará en el Mundial de hockey en Holanda; en una competencia que tendrá jugando en paralelo tanto a varones como a mujeres. Por ahí pasa la charla de “Willy” con PODIO, por las sensaciones de cara a un torneo que será el más importante en su carrera con el seleccionado.
“Estoy ansioso, pero no nervioso. Tengo la ansiedad porque empiece ya, estar en Holanda y vivirlo más de cerca. Pero los nervios por ahora no, calculo que van a llegar cuando se acerquen los partidos y me toque entrar a la cancha”, dice acerca del certamen que comenzará el 31 de este mes y finalizará el 15 de junio próximo. En tanto, sobre la dura preparación encarada por el cuerpo técnico que encabeza Carlos Retegui, el jugador surgido en Athletic sostiene: “Fue muy duro, pero por lo que hablamos siempre, por una cuestión geográfica y dónde estamos en el mundo. Lo que te da roce son los partidos internacionales y nosotros estamos muy lejos para estar jugando permanentemente; a diferencia de otros seleccionados que tienen preparaciones más cortas pero con más amistosos”.
A “Willy” el seleccionado lo encontró en la parte más madura de su carrera. Con una trayectoria impecable internacionalmente le tocó volver hace un par de años y recién ahí recibir el llamado para vestir la celeste y blanca. Entonces, con casi dos temporadas dividiendo los tiempos entre su estadía en Córdoba, los entrenamientos en el Cenard y las giras con el seleccionado, el sacrificio surge como denominador común. Sin embargo, admite con modestia: “No, la palabra sacrificio es muy fuerte. Prefiero pensar en esfuerzo, sacrificio es para la gente que la está pasando mal en serio. Igual, me pasa de decirme a mí mismo ‘disfrutalo macho, porque cuesta mucho estar acá’. Aunque cuando todo se hace muy duro, la familia siempre está para que no te caigas”.
Por último, sobre el comentado rol de Retegui al frente de los dos seleccionados en pleno mundial, “Willy” afirma: “Lo veo muy bien a él. A nosotros nos cambió el juego y eso se nota. Creo que en el fondo es un torneo tranquilo para las chicas, ellas siempre pelean arriba y ahora el desafío en conjunto entrar nosotros en ese lote. A veces para algunos es muy fácil cuestionar, pero si a él le va bien nos va a ir bien a todos”.
Alegría por Agustín y tristeza por “Tommy”
Además de Guillermo Schickendantz, Agustín Abratte será el otro cordobés del seleccionado argentino que estará en Holanda. Entonces, acerca del arquero surgido en La Salle y de buen presente en Ducilo de Buenos Aires, “Willy” comenta: “Este fin de semana estuve en Córdoba y noté que para algunos fue una sorpresa. Pero él se lo ganó cuando decidió venirse en diciembre y terminó jugando mucho, incluso play-off”. “Es un muy buen arquero, tiene un buen nivel y encima se entrena muy bien”.
Pero, la situación le dejó una doble sensación, ya que el otro candidato para ser el segundo arquero era Tomás Santiago, jugador de Athletic: “Al ‘Tommy’ lo quiero porque es de mu club y tengo una relación bárbara, pero también veo el esfuerzo de Agustín”. “Al margen de eso, creo que (Juan Manuel) Vivaldi está muy bien como primer arquero para el entrenador y en eso no hay muchas dudas”.