El choque entre Canarios y Bancarios -el clásico barrial- fue discreto. Se notó que hace rato no jugaban hockey ambas escuadras, pero en términos generales, los Canarios fueron superiores a su rival de turno y por eso no extrañó que le propinaran una goleada por 4-0.
Los Canarios salieron con todo a desgastar a su rival, que como ya viene mostrando hace rato, soporta medio tiempo y después se cae. Además, algunos integrantes de Banco Nación pierden concentración y tiempo en discusiones y en hablar mucho dentro de la cancha.
A los 13’ Juan Pablo Santini habilitó a Sergio Herrera y este quebró el cero. Para colmo de males, Banco se quedó con un hombre menos, por algunos minutos, porque le mostraron tarjeta amarilla a Agustín Encrenaz.
Los Bancarios tampoco le pudieron hacer daño a Murialdo a través de los cortos; desperdiciaron todas las oportunidades que tuvieron.
Luego Murialdo volvió a anotar de la mano de Alberto Villasis.
Lamentablemente el partido fue muy parado por el árbitro Becerra, que cometió el error de darle explicaciones a cada jugador de Cabna que protestaba por algo.
En el complemento, Leonardo Murialdo adelantó líneas y Banco Nación esperó a ver si podía hacer un mejor juego. No pudo.
En este tiempo tampoco aprovechó los corners cortos en ataque que obtuvo.
Los goles de Federico Pacheco y luego, sobre el final, de su hermano Fernando, le dieron la victoria a los Canarios, que pudieron haber convertido más goles, pero desperdiciaron muchas oportunidades frente al arco Bancario.