Nunca antes ir a un entrenamiento o arrancar una nueva pretemporada fue tan satisfactorio como lo fue volver a los entrenamientos luego del receso forzado por el aislamiento social que aún todavía se vive en nuestro país.
El primer club femenino del Gran Mendoza en retornar a las actividades fue Peumayén que este lunes tuvo el regreso a las canchas después de aquel último partido oficial allá por mediados de marzo.
Caras felices de reencontrarse con las compañeras de equipo o la satisfacción de poder agarrar el stick y pegarle a la bocha fueron algunas de las sensaciones que se vivieron en el club lujanino.
Bajo estrictos protocolos y respetando las pautas impuestas por las autoridades de Salud y Deportes del Gobierno de Mendoza como la desinfección de bochas y materiales y el uso de tapabocas, un grupo de casi treinta jugadoras de primera, intermedia y de quinta división tuvieron sus primeros contactos nuevamente con el hockey propiamente dicho.
“Nunca antes una jugadora había estado tanto tiempo parado ni salir a correr. Otros años teníamos tiempo de salir a correr, pero ahora nada. Gracias a Dios se volvió al club con todos los protocolos, pero por lo menos volver a tocar un palo, de volver al club y darle vida era lo importante” contó Leonardo Lorenzo, entrenador de Peumayén.
Teniendo en cuenta la larga inactividad los trabajos iniciales fueron muy livianos. “Hicimos un poco de técnica individual, otro grupo pase y recepciones. Pero el hecho de volver a las jugadoras las despejó, las sacó del encierro que tenían. Lo bueno es que hayan vuelvo y ellas (las jugadoras) están felices” agregó el técnico.
De cara a lo que se viene de cuáles serían las expectativas, Lorenzo sostuvo. “Si todo sale bien y todo camina creo que a fines de agosto se debería estar jugando. Dos meses, sin que pase nada raro y entrenando, creo que se puede jugar. Lo de ahora es muy progresivo, sin romper a nadie y también ir calmando las ansiedades».