Por un tiempo, Mendoza pierde a uno de los mejores jugadores que tiene. Es que Alejandro Gómez recibió una propuesta de Chile, donde a fines de febrero comenzará a trabajar en este país.
El jugador de Andino y también entrenador de este club y de Los Tordos, va a experimentar su primera experiencia como técnico de la primera división de la Universidad Católica, tanto en la rama femenina como masculina.
En un mano a mano como MinutoHockey el talentoso volante cuenta como palpita su nuevo desafío como entrenador.
1- ¿ Como salió la posibilidad de trabajar en Chile?
La posibilidad de irme a Chile me la dio Alfredo Castro. El hacía tiempo que me venía hablando de esto, pero yo no estaba muy seguro. Mientras fue pasando el tiempo me metí más como entrenador. Entonces tomé la decisión de irme a capacitarme con él y sumar experiencia.
2- ¿ Qué sabes del hockey de este país?
Quizá el nivel del hockey de chileno no tan bueno como el de Mendoza salvo Manquehue que ya lo demostró los últimos torneos. Chile trabaja muy ordenado y muy en serio y profesionalmente y tienen ganas de seguir creciendo y nos la oportunidad a los entrenadores de nuestra provincia a seguir creciendo.
Los clubes son de otro nivel económico y también eso te permite trabajar con más tranquila. por ahora se buscan otros objetivos y no el de los resultados.
3 – Vas a trabajar a un club muy importante como Universidad Católica ¿ Que te pidieron?
A mediados de diciembre tuve una charla con Diego Amorosso quién es el coordinador de la Católica y también está metido en los seleccionados de Chile. Me dijo que estaba interesado y que Alfredo le hablo de mi. Me propuso un buen grupo de trabajo en el club tranquilidad para trabajar y usar mis conocimientos y que trabaje de la misma manera que lo hice en Andino, Los Tordos y el seleccionado de Mendoza.
4 – En Chile serás entrenador ¿No vas a jugar?
Voy como entrenador y también como jugador jugaré para la U y vamos a ver qué pasa, espero en ese sentido también levantar el nivel.
Por último Alejandro Gómez, agradeció a Alfredo Castro y toda la gente de Andino porque son los que me enseñaron todo. A Los Tordos que me dio la posibilidad de crecer como entrenador, a Viviana Epis, quién fue la primera que me dio la chance de entrenar a una categoría. Y por último también tengo me memoria y le agradezco a Marista que fue el primer club donde trabaje.