“Estoy satisfecho con lo realizado durante la última temporada en Bélgica. Con el Royal Antwerp logramos quedar en el sexto lugar; no pudimos estar entre los cuatro mejores, que juegan por el título, pero tampoco en el lote de cuatro clubes que luchan por no descender”, dijo Jorge.
Y el ex coach de Marista sostuvo: “Me voy del Antwerp, a pesar que me quedaba un año más de contrato. Es que la idea para la próxima temporada que tenían ellos no coincidían con las mías. Se deshicieron de muchos jugadores y no habría refuerzo, por eso mi paso al costado. Además, el clima en otoño e invierno en Holanda y Bélgica, que han sido mis últimos destinos, es duro, en España, no tanto”.
-¿Cómo se gestó tu retorno a España?
-Estuve observando partidos en la Copa del Rey, en España, y ahí se me acercaron dirigentes del Club Junior. Luego de algunas conversaciones llegamos a un acuerdo. Empiezo en agosto con la pretemporada y estaré a cargo de la coordinación de la rama masculina. En julio dejo Amberes y seguramente viviré en Barcelona.
-¿Qué sabés del Junior?
-Es un club importante, con mucha tradición en el hockey; la institución tiene cien años de historia, pero en la rama hockey nunca estuvo entre los cuatro grandes que luchan por el titulo siempre. Tiene dos canchas de césped mantenida con agua y en el último certamen remató sexto.
-¿Por cuánto tiempo es el arreglo?
-En España los procesos suelen ser de cuatro o cinco años. Hay muy buenas divisiones menores y en Primera juegan sólo socios, no podés traer refuerzo; pero las autoridades del club te dejan llevar jugadores, aunque se les ofrece departamento y un trabajo como entrenadores en menores.
Fuente. Gonzalo Tapia para Los Andes