En lo que fue una verdadera final, con todos los condimentos posibles el Seleccionado de Córdoba derrotó en una dramática definición por penales a Buenos Aires por 4 a 3 y después de 22 años volvió a gritar campeón en el Argentino de Mayores. En el tiempo reglamentario había igualado 2 a 2.
No fue hazaña, no fue milagro, es el fruto de un trabajo serio de un grupo humano de personas (dirigentes, cuerpo técnico y jugadores) que se propusieron volver a poner al hockey de córdoba en lo más alto de la Argentina y después de tantas batallas el 2011 fue el año del título. Fue el que mejor jugo en el torneo y además le gano en la final a una potencia como es Buenos Aires que hace años le venía amargando los festejos a los muchachos de la docta.
No fue fácil la tarea, porque Buenos Aires es un equipo contundente y cuando tiene una posibilidad la aprovecha; así fue que a pesar del control del juego de los conducidos tácticamente por Nicolás Rivarola en un bochazo que cruzó todo el área encontró el gol Buenos Aires a través de Lucas Rossi cuando recién iban 9 minutos de juego. Córdoba sabía que podía y cuatro minutos más tarde (13) Diego Avila capitalizaría un penal para empatar el partido.
Buenos Aires herido adelanto todas sus líneas y dejo espacios para la contra cordobesa, minutos más tarde un contragolpe donde participaron Julian Maad, Diego Avila y Maximiliano Falcioni no pudo se conectado por Joaquín Silva en una de las más claras del primer tiempo. A los 25 minutos otra infracción en el área sería sancionada con penal pero esta vez Diego Avila no pudo ante la inmensidad de un grande como Juan Manuel Vivaldi que ahogo el grito de gol. Con el 1 a 1 ambos equipos se fueron al descanso, Córdoba había ingresado al círculo porteño en 8 oportunidades y Buenos Aires solamente 3.
En el complemento el partido fue más peleado, la bocha no llegaba limpia a los delanteros y solamente los cortos comenzarían a ser la vía más segura para el gol. Córdoba a los 11 minutos de juego tuvo tres seguidos, Buenos Aires en su tercer corto encontraría a través de Juan Cruz Vila el desequilibrio nuevamente. Poco duro la alegría de los últimos campeones porque dos minutos más tarde Enzo Torossi desataría la alegría de todo el público cuando a los 23 minutos por la vía del fijo igualaría nuevamente el partido, 2 a 2.
Nicolás Garrone se transformó en la pesadilla de los delanteros de Buenos Aires, no dejo pasar ninguna y sus quites fueron claves para abastecer al medio campo e intentar algún ataque. Con el tiempo cumplido Agustín Abratte se transformó en héroe al atajar un remate desde el fijo y llevar a Córdoba a los penales.
Los Penales
En los penales, los australianos, la historia tendría un final para el infarto. Los primeros dos de Córdoba fueron goles (Diego Avila y Julian Maad), Buenos Aires error los tres primeros (Lucas Rossi, Alan Andino y Lucas Rey). Córdoba erraría los tres siguientes (Joaquín Silva, Maximiliano Falcioni y Nahuel Alanis) para que Buenos Aires después igualar la historia (erro Lucas Rey pero acertaron JuanTubio y Germán Herrero) . En la definición final en la primera tanda Diego Avila y Juan Tubio acertaron; en la segunda Germán Herrero no pudo y Maximiliano Falcioni acertó para que Córdoba grite después de 22 años nuevamente “Campeón”.
