«No fracasa el que no consigue el objetivo, si no el que deja de intentarlo», está frase la puso el preparador físico de Mendoza, Marcelo Perruzzi, luego que Mendoza se quedará con la medalla de bronce.
Es que los dirigidos por Gabriel Gómez, tuvieron un gran torneo, lo único que le faltó fue tener un poco más de suerte.
En el último cotejo vencieron a Buenos Aires, por 3 a 2, en definición por penales, luego de igualar en tres en tiempo reglamentario.
Pero el resultado es lo que menos importa. Es que Mendoza volvió a tener un equipo con corazón. Un equipo con jugadores con hambre de gloria y un equipo con mucho huevo.
Tuvo varios jugadores con rendimientos muy altos, como por ejemplo Mauro Coria ( el mejor jugador de Mendoza en el Torneo).
Los goles de Mendoza, fueron anotados por Nicolás Lara, Franco Médici y Mauro Coria, mientras que en los penales, Emiliano Bosso, detuvo dos y así la medalla de bronce quedó para Mendoza.
Por su parte, el entrenador Gabriel Gómez, cumplió con creces su primer torneo como técnico de Mendoza. Formó un gran equipo, tanto afuera como adentro de la cancha.
Se pudo haber llegado más lejos, pero el destino y la mala puntería ante Litoral (campeón), en semifinales, dejó a Mendoza sin final.
Pero para ser un equipo campeón, no se necesitan trofeos, si no un conjunto de personas que tiran para el mismo lado y con el mismo objetivo.
Fotos: Emmanuel González