La vida de Macarena Rodríguez le dio un giro de 180°, porque en menos de dos años comenzó a vivir cosas con las que siempre soñó y para las que luchó, pero que parecían imposibles. Pero Maca es de esas mujeres que nunca bajan los brazos y por eso llegó su convocatoria a Las Leonas y de ahí en más llegaron el título mundial y de la Champions Trophy 2010 y el subcampeonato de esta misma competencia este año. Además jugó sus primeros Juegos Panamericanos, en los que obtuvo la medalla de plata.
“Estar en los Panamericanos fue algo que siempre soñé, para mí fue algo increíble”, comenzó diciendo Macarena, que junto con Silvina D’Elía fueron las mendocinas que representaron a nuestra provincia en los Juegos.
–¿Qué balance hacés de tu primeros Panamericanos?
–De todo un poco, alegría por haber estado ahí y tristeza por no poder lograr la clasificación de Londres y no conseguir el oro. Por otro lado, estar en la villa y compartir con otros deportistas que no son argentinos es algo increíble. Muchos dicen que si te quedás impactado con los Panamericanos, te preparés para mucho más con los Juegos Olímpicos.
–¿Estos juegos fueron lo que esperabas?
–Sí, fui con mucha expectativa, más por lo que me habían comentado, fue algo que nunca me voy a olvidar en mi vida.
-¿Tuvieron algún inconveniente en la Villa?
–Sinceramente se portaron muy bien, de noche hacía mucho frío y hubo días que dormíamos vestidas, hasta que fuimos hablar con la gente de la organización y al instante nos consiguieron frazadas y heladeritas para guardas las cosas. Lo que sí puedo criticar fue el tema de la comida.
–¿Qué siente una deportista, a la hora de tener que desfilar y representar al país?
–Nos juntamos toda la delegación fuimos caminando hasta el estadio, hasta ahí estaba muy tranquila. Recién me puse nerviosa cuando pasábamos por el túnel, que nos llevaba directo al campo de juego; creo que fueron los cinco minutos inolvidables y no podía creer lo que estaba viviendo.
–¿Cómo es compartir la Villa con cientos de argentinos?
–Algo muy bueno, es como una gran familia. Nos tocó compartir, con la gente de atletismo y los chicos del balonmano, quienes se fueron a un hotel días antes de la final, porque necesitaban estar más concentrados.
– Cuando te entregaron la medalla de plata, la miraste y la besaste, ¿qué significó esto para vos?
–Mucho, me vinieron recuerdos cuando me daban la medalla. Cuando la besé me acordé de lo que me dijo mi novio (Matías), me hizo recordar todo lo que he trabajado para poder llegar adonde estoy.
–¿Qué significó para vos no conseguir la medalla de oro?
–Para mí fue un fracaso, una gran desilusión, este equipo trabajó mucho para conseguir la medalla de oro. Tuvimos muchas horas de entrenamiento, en doble y triple turnos. Fue un año muy difícil, en muchas cosas, perdimos finales que antes no perdíamos.
–¿En qué fallaron?
–Es una mezcla de muchas cosas, sobre todo en nuestro sistema de juego, donde Estados Unidos hizo un planteo muy inteligente. Nosotras jugamos realmente muy mal y además fallamos en el córner corto.
–¿ Fue una cuestión de actitud?
–No, la actitud la tuvimos, no bajamos nunca los brazos, este plantel dio todo para ganar la medalla de oro, pero no fue nuestro día.
–¿ Y ahora qué viene?
–Se vienen tiempos complicados, tenemos la Champions Trophy en enero en Rosario y el Preolímpico que con seguridad vamos a jugar en Bélgica, en mayo.